Textos sin cuarto propio

¿Dónde encuentran placer aquellos que aman con cuidado?
¿Será en la calma de saberse siempre elegidos,
en el eco tibio de una voz que nunca se ausenta,
en el poder de coleccionar promesas sin desgarrarse en el intento,
en guardar migajas de entrega
como quien ahorra para tiempos inciertos?

¿Y dónde encuentran placer aquellos que se entregan sin reservas?
¿Será en el roce fugaz de una mirada que incendia,
en el vacío dulce que queda tras la entrega,
en rasgar su esencia para alimentar al otro,
en consumir los silencios
como si fueran versos por descifrar,
como si en ellos habitara un amor que nunca se nombra?

¿Será que el mérito reside en la dosificación perfecta?
En la superioridad invisible de quien nunca se inclina,
de quien gobierna con la ausencia.
Tal vez es el aroma de lo que aún no pertenece,
eso que le da fuerza al que retiene lo justo para no vaciarse.
El placer está en la promesa de amor
que sabe a horizonte:
siempre cerca, pero inalcanzable.

Odio la perfección embonante,
ese engranaje de río y cauce,
de un flujo que solo avanza
cuando uno se vacía para que el otro sea.
No hay equilibrio donde el amor es peso,
ni libertad donde la entrega es jaula.

Semblanza

Alondra de Castilla (México). Escritora y artista multidisciplinaria. Su obra transita entre la poesía romántica con tintes trágicos y cuentos que invitan a reflexionar sobre la esencia humana. Con formación en comunicación audiovisual, Alondra combina su sensibilidad artística con un enfoque analítico, creando narrativas visuales que invitan a la conexión entre lo cotidiano y lo extraordinario.