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HABITAN
Guadalupe Albornoz 40 años, vivo en San Pablo – Tucumán – Argentina. Soy madre, poeta, docente, autista nivel 1 de apoyo con misófonia y altas capacidades y gestora cultural. La poesía me salva y me permite sobrevivir a este mundo, soñando a través de ella con la ternura revolucionaria.

por debajo del río habitan transeúntes de arroz
con magia entre sus dedos
rescatan lo que suele secar el inculpado sol
buscan en su alquimia saber la causa de que ya no canten las vertientes
o silben los remansos llamando a las libélulas
el diablo es chiquito
y su voz en las cuevas no se escucha más
o ya no cómo se solía escuchar al primer rasguido de una guitarra con siete cuerdas
el río que es padre de lo verde
y hermano del silencio
llora por su leche /ya no hay/ no hay más de dónde llenar
la espuma escribió su epitafio azul
con algunas flores al lado de los pumas que danzan para no morir de sed
estos seres pequeños tejen por debajo
para sostener y contar las historias de las eras
aquellas que cubrían con oleaje inmenso a los tarcos
al chilto y al lapacho
que en mosto contaban los costales de semillas cuándo el chasqui ponía en algún roto
pedazo de tierra la esperanza
intentan de mil maneras imposibles
seguir bebiendo hasta dormir borrachos
y amanecer despiertos
a la oración/rezan
para que las almas regresen
y los monstruos de las leyendas se levanten del cuaderno cerrado
en la contienda de quién podrá amar
un familiar afila la única garra que quedó disponible luego que el patrón se olvidó de él
también vuelan los teros
y comen de la carne madre de la que quedó sin hijos al lado del canal
aquí
se suman los duendes que viven del recuerdo junto al vaso de vino tinto
cortado con líquido y gas para sentir menos y gastar nada
la luz mala está al acecho
colándose en las casas para soplar la sopa
o al pan y al queso que acompaña al obrero
y seca lágrimas en sus hijas nacidas en el siglo pasado
todo aquello dicho al lado de la paila de metal y carbón
se escribe en el acta redactada por el blanco
que así nomás puede saber de moscas sin fuerzas por el hambre que siempre llega a
cumplir la jornada
“hay que saber mirar cuando las mariposas se posan en el ripio y sus alas se prenden fuego”
Igual siguen intentando volar.
Semblanza
Guadalupe Albornoz. (Tucumán, Argentina). Guadalupe Albornoz 40 años, vivo en San Pablo – Tucumán – Argentina. Soy madre, poeta, docente, autista nivel 1 de apoyo con misófonia y altas capacidades y gestora cultural. La poesía me salva y me permite sobrevivir a este mundo, soñando a través de ella con la ternura revolucionaria.
Una respuesta a “HABITAN”
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